Graciela Martínez, propuesta por la Cámara de Comercio de Pampa del Indio para la recopilación del Ciclo “Mujeres que deberías conocer”, en el marco del Mes de la Mujer.
¿En dónde naciste y realizaste tus estudios?
Mi nombre es Graciela Martínez, 54 años, nací en Colonia 75, General San Martin, Chaco. Crecí en El Palmar, el Paraisal, cursé estudios primarios en General José de San Martín, y mis estudios secundarios en la Escuela Normal N° 3 Bernardino Rivadavia, de Capital Federal.
Cursé medicina en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), y me recibí de médica en 1993, con título médica cirujana.
¿Cómo inicia su carrera profesional?
Recién recibida trabajé en Ciervo Petiso, como directora de un puesto sanitario, luego a los meses me instalé en Pampa del Indio, para estar junto a mi esposo también médico, Marcelo Wirth y mi hija de dos años Priscila Wirth.
Lo que pensamos seria temporario hasta poder realizar una residencia para especializarnos, se convirtió en una historia de amor con esta tierra, donde echamos raíces, tuvimos nuestro segundo hijo, William Wirth, y de ahí en mas no pensamos en irnos, solo en construir y afianzar nuestro trabajo y familia.
Rendí para medicina general en la Universidad Nacional del Litoral, por lo que fui a Santa Fe a realizar la residencia, junto a mi pequeña hija.
Dos cosas importantes marcaron abandonar este proyecto: la muerte de mi padre, y mi hija pasaba mucho tiempo sola por lo que decidí regresar a Pampa del Indio.
A pesar de lo que uno pueda pensar, ser médico no te garantiza trabajo inmediato
Así es, sin trabajo en el hospital, comencé ad-honorem y alquilando un consultorio particular, con mucho trabajo en el primero pero en el segundo muy poco, hasta que con los meses aumentaron los pacientes, claro, era un pueblo pequeño donde anteriormente muy pocos médicos ejercieron de manera particular.
Mencionas que decidiste echar raíces en Pampa del Indio y una forma fue el Centro Médico
Si, al año de trabajar ad honorem, en el consultorio privado y previo convencimiento de mi esposo, comenzamos a construir lo que hoy es un centro médico, la idea era que fuera una maternidad, ya que amaba atender embarazadas y asistir los partos, lo que no llegó a concretarse pero hoy es un centro médico con mucha demanda de pacientes.
Primero en soledad, luego se sumaron algunos especialistas, kinesióloga, cardiólogo, gastroenterólogo, urólogo, dermatólogo, psicóloga, nutricionista, psicopedagoga, y bioquímico.
Hace dos años, luego de retirarse de salud pública, se sumó mi esposo como pediatra y médico generalista y estamos a punto de contar con un laboratorio bioquímico estable.
Para lograr el desarrollo profesional debe existir una capacitación constante, ¿Cuáles fueron en tu caso?
Durante los primeros años y de manera permanente, la formación y capacitación para mejorar la calidad de atención fue la consigna de manera que realicé los post grados en la UNNE de tocoginecología, ecografía tocoginecológica, general y de partes blandas, cursos de nutrición, en realidad pensando siempre en la salud desde un punto de vista holístico e integral.
Hoy me dedico mayormente a ecografías con una gran demanda porque sino los pacientes tienen que viajar muchos kilómetros.
¿Cuál fue la visión profesional y comercial que te llevó a invertir y brindar un abanico de servicios de salud?
Cuando hace 17 años me decían que no era conveniente gastar e invertir en aparatos porque los pacientes eran muy carenciados, yo veía una oportunidad doble: mejorar la atención y ampliarla, y por otro, mejorar mis ingresos.
Ya que hay que mantener un centro médico con todos los gastos, impuestos y secretarias. Me di cuenta que no es solo la vocación es importante el reconocimiento económico que una pueda generar así poder invertir en más conocimiento, más aparatología y ayudar a más personas.
¿Qué otras actividades desarrollaste en tu vida aparte de la medicina?
Paralelamente a la medicina y el centro médico, fui concejal dos veces de la municipalidad de Pampa del indio, formé parte del Consejo Federal de la Mujer, ganando proyectos con perspectiva de género: “Aprendiendo a dar vida (educación sexual y derechos reproductivos donde interactuamos, salud, educación y municipio), donde trabajábamos en el empoderamiento de la mujer y las niñas. Talleres sobre violencia contra la mujer, trabajo, derechos sexuales y reproductivos.
¿Podrías contarnos sobre el proyecto de salud reproductiva de la etnia toba?
Es un proyecto hermoso, que logró reconocimientos y premios, atender la salud reproductiva en etnia toba. Mi idea fue que las mujeres indígenas conocieran sus derechos sexuales y reproductivos, prevenir enfermedades como el cáncer de cuello de útero, prevenir embarazos no deseados, en el marco del proyecto pudimos capacitar 14 mujeres como agentes de salud reproductiva.
A nivel salud, estuve a cargo el programa de salud reproductiva en la localidad, cumpliendo mi sueño de llevar a los parajes y colonias, pap, métodos anticonceptivos, colocando 900 DIU a lo largo de esos años y más de 2000 historias clínicas de salud reproductiva.
¿Cuáles son las satisfacciones del trabajo que realizas?
Tuve el honor de recibir el premio mención de honor a nivel nacional por un proyecto “Crecemos jugando”.
Expuse en la Cámara de Diputados de la provincia, sobre un análisis de mis historias clínicas de la relación Analfabetismo o Escolaridad vs. Paridad.
A nivel social desde una ONG vecinos solidarios (que fundé y fui presidente por largos años), trabajamos desde la asistencia, formación, educación y capacitación) junto a la asociación Alicia Moreau de Justo pudimos bajar a pampa del indio , más de 15 proyectos productivos para jóvenes emprendedores.(peluquería, artesanías, cocina, panadería, etc.)
En tu afán de brindar lo mejor para tu comunidad, desarrollaste la equinoterapia
Riendas de amor y esperanzas es un lugar desde donde propiciamos la equinoterapia como una terapia complementaria que mejora la calidad de vida de quienes la requieran, quizás porque mi historia personal de dislexia me enseñó que a algunos nos cuesta más alguna fase de nuestro desarrollo pero siempre podemos mejorar.
Una mujer con tanto empuje, con tanta pasión, seguramente debe tener otros logros personales
Como soy muy inquieta, un día cumplí 50 años y decidí que podía correr, y corrí 10, 40 k y crucé los andes (100k), no competía con nadie lo hacía a mi ritmo , sabiendo que cuando una mente ordena el cuerpo responde.
¿Cuál es tu visión de un ciudadano y la importancia de ponerse uno como ejemplo?
Creo personalmente que tenemos que predicar con el ejemplo así que mi misión creo hoy es lograr ayudar a la gente a tener una mejor calidad de vida, por lo que hago todo lo que indico, tomo agua, como sano, medito, hago actividad física todos los días, soy vegetariana por elección de una vida sin violencia de ningún tipo.
¿Qué reflexión dejas a las mujeres y a la sociedad en general?
Mi inquietud persona siempre fue y es: estudiar, capacitarme, emprender, ser proactiva, eso pasarlo a otras mujeres, el empoderamiento es tener poder sobre nosotras, nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras emociones y poder tomar las mejores decisiones para nuestras vidas.
Es tener una independencia económica, mientras las mujeres de todo el mundo sigan en condiciones de desigualdad para capacitarse, emprender ganar lo mismo que un hombre con el mismo trabajo o servicio, que las niñas sigan abusadas sin tratamiento integral, el acceso a las necesidades básicas para una buena salud, mientras sean vulnerados, los derechos inalienables y adquiridos, no vamos a poder hablar de empoderamiento.
Por lo que es responsabilidad de cada una de las que tuvimos la oportunidad de vivir en una familia amorosa, humilde pero contenedora, poder estudiar , trabajar , ser y hacer lo que queremos y amamos, DE SOLIDARIZARNOS CON NUESTRAS CONGÉNERES llevando nuestro mensaje de esperanza, de aliento, que una vida mejor siempre es posible.